REGALOS...

Hola de nuevo. Antes de relatar el porqué de la entrada de hoy quería daros las gracias a todos los que habitualmente os gusta leer el blog. Estoy sorprendida con los buenos comentarios y con los mensajes que me hacéis llegar. El historial de visitas del mes de enero ha sido muy alto (1500 páginas vistas), la participación de visitantes de España y de otros países me sobrecoge. Las estadísticas del blog me muestran visitas de lugares casi impensables, como EEUU, Malasia, Sudáfrica... que se suman a los ya más habituales Argentina, Chile, Méjico, Colombia, Chile, Francia, y el norte de Europa. Y os puedo asegurar que me dais muchos ánimos para seguir compartiendo lo mucho que tod@s queremos a Manuel.

Dicho esto, la entrada de hoy lleva por título REGALOS... la razón es bien sencilla, esta mañana, mientras curioseaba por internet, vi unas fotos de nuestro Manuel en las que llevaba puesto un pañuelo que le había regalado una fan en un concierto. Y pensé, que a ver si algún día podría ver una foto en la que llevara la pulsera que le entregué yo. La verdad es que soy consciente que si Manuel tuviera que ponerse o enseñar todos los regalos que le han entregado a lo largo de su trayectoria, sería casi imposible para él... porque regalos ha recibido en número inimaginable. Además tal y como confiesa él, casi siempre es ropa o complementos (y eso que a él le gusta comprarse su propia ropa, añade), pero también hay regalos peculiares... regalos como una colección de cuadros de todas las clases, dibujos o lienzos pintados por sus fans, figuras de decoración, jamones (a este último dice que le suele sacar más provecho) entre otros muchos y variopintos presentes. Pienso que sería buena idea que algún día se propusiera hacer un pequeño museo allá en su Isla Cristina querida, donde se muestren todos los regalos, curiosidades, guitarras que alguna vez hubiera acariciado dulcemente, partituras, letras de canciones escritas sobre cachos de papel (de cuando viene la inspiración y no sabes donde apuntar)...

Seguro que sería un punto turístico muy visitado, como ya lo son las calles de Isla, por donde anualmente pasa la gente, cámara en mano, preguntándoles a los isleños cual es la casa de Manuel Carrasco, o la de sus padres, o donde está ese puerto donde él jugaba entre las barquitas...

Bueno, seguro que muchos de los que leéis lo que escribo también le habéis obsequiado con un presente, un regalo que llevaba algo mucho más importante que el material del que estuviera echo... llevaba amor, pasión, y recuerdos... muchos recuerdos.