"BAILAR EL VIENTO"

lunes, 28 de febrero de 2011

DIA DE ANDALUCIA.... OZU QUE ARTE!!!!

Os dejo fragmentos del discurso que pronunció el nombrado Hijo Predilecto de Andalucia 2010, describinedo a Andalucia de una manera muy especial. Y como cierre, recordamos la actuación de Manuel en la gala del año pasado.


1 - Himno de Andalucía (David de María, Pastora Soler y Vanesa Martín)
2 - Cái (Niña Pastori)
3 - Volver a Sevilla (Pastora Soler)
4 - Malagueña Salerosa (Pasión Vega)
5 - Vuelvo a Granada (Miguel Ríos)
6 - Córdoba (Medina Azahara)
7 - Déjame que sea (Manuel Carrasco)
8 - Andaluces de Jaén (Jarcha)
9 - Gloria Bendita (Niño Josele)
10 - 12 por 8 (Alejandro Sanz)
11 - Bandera de Andalucía (José Mercé)
12 - Verde, Blanca y Verde (Carlos Cano)
13 - Si vienes al Sur (Arturo Pareja-Obregón)
14 - Ahí estás tú (Chambao)
15 - No puedo quitar mis ojos de tí (Tucara)

DISCURSO:
<<  Andalucía ha enseñado siempre a sus hijos, a combinar ingenio y amor por sus cosas. Y qué más bello de lo nuestro, que nuestra tierra.
Pasión Vega y José Mercé constituyen dos ejemplos magníficos de cómo se puede evolucionar, sin traicionar su esencia, las formas más populares y al tiempo universales de la cultura andaluza: la copla y el flamenco. Ya desde sus primeros trabajos, apuntaron a un estilo que, fiel a la esencia, se alejaba de las convenciones de sus respectivos géneros, incorporando elementos de actualidad.
Y hablando de cultura andaluza no podemos olvidar las grandes aportaciones de Andalucía a la lengua española, pues es en el Sur donde se enriquece y se abre a otros horizontes. No en vano la regla andaluza e hispanoamericana comparten tantos elementos, y han sabido combinar la pureza del español, con un uso extraordinariamente rico y variado.
Un elemento central de Andalucía, es su apertura a los demás y la solidaridad de sus gentes, cualquiera que sea su origen o condición.
Finalmente, si algo caracteriza al pueblo andaluz es su apertura de mente, pero también su gran aprecio por lo local.

Un entorno de campiña de olivares, trigo y viñedos, y de sierra cordobesa; de nieves de altas cumbres y cálida costa tropical; de capitales pujantes, y pueblos con hondura; una extensión abrazada por el Atlántico y el Mediterráneo, dos mares, que para los andaluces han sido caminos que unen, y no fronteras que separan. Una tierra abrochada por el Estrecho de Gibraltar, esa bisagra que une el norte con el sur, el oeste con el este.
Aunque si lo que envuelve a Andalucía es el mar, lo que mejor la explica es un río.
No se puede comprender Andalucía si no es siguiendo el río Guadalquivir, en su itinerario geográfico y en su devenir histórico.
El gran río, es el principal elemento vertebrador de Andalucía, y explica, el carácter al mismo tiempo arraigado y abierto, del pueblo andaluz. Es una representación casi completa, de la diversidad de Andalucía. Aconsejaría, a quien quisiera viajar con hondura a través de esta tierra, que lo hiciera siguiendo el curso de las aguas de su río: porque lo que desemboca en Sanlúcar, en esas aguas que se confunden plácidamente con el Atlántico en las costas gaditanas, es un aluvión de Andalucía.
Es como si avanzando por el cauce del río, Andalucía se fuese formando a sí misma, en una acumulación para la que cada cosa es imprescindible. Ese "río de agua salobre", revoltoso en estos días, que se entrega al mar y al mundo, en su desembocadura, trae consigo el remoto "borbollón de agua clara, debajo de un pino verde", como dijo Antonio Machado de su nacimiento.
Trae la marca de los parajes abruptos y generosos de la madre Cazorla, del balcón de la Loma, con las renacentistas Úbeda y Baeza que se asoman a sus miradores para verlo; de la laboriosa Andújar, de la plenitud madura de Córdoba, reina y califa; de las llanuras fecundas sevillanas, donde ya se juntan las aguas del Genil, que caen desde Sierra Nevada y la Penibética y avanzan hacia el puerto de Sevilla, que canalizó históricamente toda la relación con América, en la época más gloriosa de la historia española, dejando una huella indeleble en el carácter andaluz, que al final, es una síntesis afortunada de tantas culturas, que vinieron para conquistar Andalucía y aquí fueron conquistadas.
En esto radica la que considero principal virtud del pueblo andaluz, su capacidad para adaptarse a lo nuevo y a lo distinto, sin perder su identidad. Lo que para algunos puede parecer debilidad, es a la postre un signo de fortaleza. Los andaluces no tienen miedo al mestizaje, porque tienen raíces milenarias. Por eso, es un pueblo que se sabe fuerte en su flexibilidad. Es la marca de la sabiduría, que aúna hondura con universalidad.
Esto es lo que explica, que todos los que tenemos la fortuna de haber recibido una educación abierta al mundo. La formación del carácter andaluz, es un continuo dar y tomar enriquecedor, como esos cantes de ida y vuelta, entre Andalucía y América, a cuya difusión en los tiempos recientes, tanto contribuyó el granadino Carlos Cano.
Y no siempre hemos sido conscientes de la identidad del pueblo andaluz. Es una identidad hecha de historia, y armada por la feliz combinación de una élite cultural e intelectual que, a fuerza de ser andaluza, se ha hecho universal; y de una cultura popular arraigada que, más allá de los tópicos siempre simplistas, es verdad que ha marcado profundamente lo español, porque, es imposible imaginar a España sin Andalucía, como lo es pensar a Andalucía sin España.>>

VIDEO DEL ARTE ANDALUZ:





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