No creía que me hicieras tanta falta
hasta que cada día llega y me levanta;
es complejo enseñarle a mi corazón
a vivir sin tener una ilusión.
Como puedo dejar de pensar en tu presencia
si ya nada funciona por tu triste ausencia,
porque son tus frases, tus ojos y tus manos,
los que mi corazón esperan en los veranos.
Pero es mas triste cuando en invierno,
la vida sin ti es un tormento eterno;
extraño oir tu cálida y suave sonrisa
que pasa por mi alma sin ninguna prisa.
Y en cada día del año, tu sabes que anhelo
volverte a tener, no importa el desvelo,
aunque sea para contarte como un amigo,
que quiero decirte al oído todo esto que te digo.
By Luis Eduardo
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