Un escalofrío recorrió mi columna, tan fuerte que noté espasmos en todo mi cuerpo. Sobresaltada y sin darme cuenta que todavia estaba medio dormida, me incorporé en la cama, jadeando de miedo.Algo había turbado mi paz con morfeo. Algo presentía mi corazón que escapaba a mi mente. Algo sucedía en mí, sin saber que me pasaba. Encontré el alba colándose por mi ventana y los primeros rayos de luz entraron en mi habitación tiñendo de suaves colores el otro lado de la cama. Me di cuenta entonces, que estaba sola, sola en aquel lecho caliente. Y rompí a llorar. Sólo tu lado de la almohada pudo acallar mis lamentos, mientras en mi cabeza repiqueteaba, incesante, la misma pregunta....
¿DONDE TE ENCUENTRO AHORA, AMOR?
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